El rey montó en cólera y cogió el camino de Toledo con el propósito de quemar vivos al arzobispo y a la reina. Iba con esa intención cuando, de repente, se topó con unos musulmanes que, desesperados, venían en su busca.
El rey montó en cólera y cogió el camino de Toledo con el propósito de quemar vivos al arzobispo y a la reina. Iba con esa intención cuando, de repente, se topó con unos musulmanes que, desesperados, venían en su busca.